Manuel Esteban fue presentado como entrenador del primer equipo del CD Dénia ayer martes. El técnico regresa al club, en el que ya estuvo en el cargo dos temporadas, y lo hace con la intención de recuperar la ilusión de los aficionados. Su primera premisa, que haya unión entre jugadores, cuerpo técnico, directiva y medios de comunicación. Porque cree que esa unión es fundamental para sacar adelante el proyecto y que los aficionados vuelvan al Diego Mena a ver lo partidos del Dénia, y así que las gradas no estén vacías en cada partido como ocurre ahora. La segunda, intentar llevar a lo más alto al equipo, que compita bien y que sobre todo de buena imagen. Y es que Esteban hizo hincapié en que los jugadores defienden el escudo del Dénia, de la ciudad, de la capital de la comarca, y de un club con solera. Por eso quiere cortar de raíz la sangría de tarjetas que han recibido los jugadores desde el inicio de temporada, en la que en varios partidos ha acabado en inferioridad numérica. 

Esteban sustituye en el cargo a Vidal López que fue destituido el 7 de noviembre. Llega procedente del CF Benidorm, donde estaba al cargo de la dirección de la escuela de fútbol. Le hubiese gustado compaginar los dos cargos pero en Benidorm le dijeron que no, que tenía que elegir entre quedarse o marcharse. Y Esteban decidió marcharse y venir a Dénia. También reconoció que desde hace un mes el director deportivo del Dénia ya había contactado con él para sentarse en el banquillo groguet.

El nuevo entrenador del Dénia lo primero que hizo a su llegada al Diego Mena fue invitar a la prensa a entrar en el vestuario para estar presente en la charla que mantuvo con jugadores, cuerpo técnico, director deportivo y presidente. Durante la reunión explicó las directrices a seguir, como la creación de un reglamento interno para tratar de frenar la sangría de tarjetas y que cada tarjeta que vean por protestar serán descontadas de lo que cobran. A los jugadores les dijo que ha visto cosas buenas y otras no tan buenas que se van a corregir. Así como diseñar su estilo de juego, dependiendo del rival y de las circunstancias. Hizo hincapié en que nadie tiene la titularidad garantizada y les recordó que en su anterior etapa hizo debutar a cuatro o cinco juveniles.