El equipo ucraniano Barsa Sumy cierra los partidos amistosos hoy jueves en El Verger. Los ucranianos han jugado hasta hoy tres partidos, dos con los equipos cadetes del Jávea y otro con los cadetes del FB Dénia A. Ante el Jávea B ganaron por 7-1, mientras que contra el Jávea A perdieron por un ajustado 3-2. Ayer miércoles jugaron contra el FB Dénia A con el que perdió en un encuentro que estuvo disputado en el primer tiempo (3-2). En la segunda parte los dianenses aprovecharon el cansancio físico de su rival -lleva haciendo actividades deportivas desde que llegaron a Xàbia- y marcaron tres goles más para cerrar el partido con el resultado de 6-2. Pero lo importante no es el resultado en estos amistosos. Lo importante es que los niños desconecten de su cruda realidad y puedan disfrutar haciendo lo que más les gusta y además se carguen emocionalmente de cosas positivas para poder volver a su país con más energía para afrontar de nuevo su día a día en espera de las cosas mejoren, pero sobre todo que la guerra finalice más pronto que tarde.
La Asociación Cultura Contra Balas, por mediación de Natalia Moskalenko, ha hecho posible que los componentes del equipo hayan venido a la Marina Alta a estar diez días alejados de alarmas, toques de queda, falta de electricidad, etcétera. Una estancia que finaliza el domingo cuando regresaran a Sumy, una ciudad de Ucrania situada a pocos kilómetros de la frontera con Rusia.
Natalia Moskalenko, una ucraniana afincada en Xàbia desde hace tres años, ha sido la impulsora y promotora que ha hecho posible que gracias a la asociación unos chavales de 15 años, hayan podido practicar su deporte favorito, el fútbol. Y es que desde hace un año que no entrenaban ni jugaban partidos, porque las circunstancias no permiten a los niños puedan entrenar y mucho menos viajar por una zona que es peligrosa por la guerra.