José Luis Gayà no jugará el Mundial de Catar. Y no lo jugará porque el seleccionador nacional ha decidido dejarlo fuera tras lesionarse en el entrenamiento del miércoles. La decisión de Luis Enrique es incomprensible, sobre todo, porque tras someterse a pruebas médicas le diagnosticaron “esguince lateral de bajo grado en el tobillo derecho”. Una lesión con un tiempo estimado de recuperación de cinco días, por lo cual, el jugador de Pedreguer podría haber estado disponible para el debut mundialista ante Costa Rica o como muy tarde para el segundo partido contra Alemania. Pero no, Luis Enrique ha decidido no esperar unos días, hasta el lunes por lo menos para ver la evolución de la lesión del capitán del Valencia. 

Llama poderosamente la atención que en otros casos, en otras citas importantes, otros jugadores que se habían lesionado en la concentración sí que fueron esperados por Luis Enrique, como ocurrió con Busquets. Pero no, Luis Enrique no ha querido esperar. Y como yo, muchos se preguntan ¿si hubiese sido otro jugador, Luis Enrique hubiera tomado la misma decisión? Seguramente no.  

Son muchas las personas que no entienden, o no entendemos, la decisión de dejar fuera del Mundial de Catar a Gayà. Son muchos los que se han “echado las manos a la cabeza” por esa decisión. No sólo en Pedreguer, su pueblo, ni en la Marina Alta, ha sido en toda España. Una decisión que no entienden ni jugadores, entrenadores, periodistas ni mucho menos los aficionados… 

El sueño de José Luis Gayà se ha truncado de la forma más cruel y no porque su lesión sea grave, que no es el caso, si no por las formas. Esta vez no jugará el Mundial de Catar, pero quedarán otras citas importantes, en las que el capitán del Valencia, el jugador de Pedreguer, estará y Luis Enrique no.

Esa sonrisa que tenía en la concentración se ha borrado de un plumazo, pero José Luis Gayà, volverá a sonreír muy pronto.