Gaspar Ruiz (Dénia) y Vicente Ros (Burjassot) son los componentes del equipo dianense Tronquet 71 que ha ganado el Maroc Challenge en la categoría Adventure Rookie SUV. Dieciséis equipos competían en esta categoría en la que los dianenses han sido los mejores.
La Maroc Challenge se ha disputado del 2 al 10 de diciembre y en ella han participado un total de 180 equipos, lo que la ha convertido en la más numerosa de las dieciocho ediciones realizadas. La competición ha constado de seis etapas. La primera Mildet-Erfoud, la segunda Ergoud-Zagora, la tercera Zagora-Zagora, la cuarta Zargora-Erfoud y la sexta y última Tendrra-Saïdia.
Esta es la quinta participación en la Maroc Challenge pero a diferencia de años anteriores en esta edición no han competido contra el crono, sino en caravana. En 2019 el equipo dianense quedaba primer clasificado en la categoría Adventure TT2; en 2017 y 2018 quedaron terceros.
COMPETICIÓN Y SOLIDARIDAD
Tronquet 71 es un equipo que une competición con solidaridad, por eso además de competir también han “llenado de dibujos el desierto”. Y es que han ido repartiendo material escolar en pequeñas aldeas del sur de Marruecos, y con los colegios de esas aldeas han hecho un intercambio entre culturas a través de los dibujos realizados por los alumnos de los colegios Montgó de Dénia y San Bartolomé de Godella. Además de colaborar con la asociación de minusválidos Tafilalet en Erfoud y el centro de salud de Merzouga.
Gaspar Ruiz y Vicente Ros aseguran que vuelven de Marruecos “con los deberes hechos. Venimos con la satisfacción de haber cumplido con nuestros objetivos marcados, y no han sido otros que llevar la máxima ayuda posible dentro de nuestro peculiar proyecto solidario ‘Llenemos de dibujos el desierto’ de dotar de material un aula multisensorial (tablets interactivas), sillas de ruedas, andador, para la asociación de discapacitados de Tafilalet. Tres proyectos en diferentes colegios en Khamlia y Zagora, junto con material escolar y juegos de mesa; además llevar material sanitario como gafas de vista de diferentes graduaciones para la luna roja de Merzouga”. Pero sobre todo han podido colaborar con “nuestro querido Amín, al que le hemos aportado material de estimulación visual, táctil y auditivo. Entre ese material se encuentra una tablet interactiva con la que podrá mejorar su comunicación y así mejorar su calidad de vida”. Y es que Amín como explican “sufrió una hipoxia perinatal en el nacimiento, por lo que tiene reducidas sus capacidades motrices y cognitivas. Desde que lo conocimos hace unos años, nos hemos volcado en hacerle la vida un poco más cómoda, uniendo todos nuestros esfuerzos por conseguirle material de estimulación motriz”.